Nervio y ansiedad se apoderaban de los niños y niñas que se encontraban en el salón de honor de la casa consistorial de Valparaíso, especialmente para sesionar como Concejo Municipal Infantil. Llegó el alcalde Jorge Sharp, se abalanzaron sobre él para conocerlo y a los minutos el campanazo dio el vamos al esperado encuentro.
Primero se leyó el acta de la sesión del año 2015, y luego a través de un video, los niños concejales desde sus escuelas se refirieron al mal estado en que se encuentran sus establecimientos. Baños y duchas sin funcionar, infraestructura antigua y dañada, y falta de insumos. A lo que sumaron duras críticas a la gran cantidad de basura, falta de accesos y el estado de espacios públicos de la ciudad.
Tímidamente pero con sus ideas claras, los niños comenzaron a levantar la mano para plantear las principales problemáticas detectadas al interior de sus establecimientos educacionales y también en sus barrios. Y es que durante todo el año han participado en talleres que les permiten llegar preparados a la única sesión que tienen durante el año y que preside el propio jefe comunal.
Los temas más repetidos por los pequeños concejales fueron la delincuencia, dada la falta de oportunidades y la pobreza, también la basura, enfatizando que falta compromiso de los ciudadanos. Sin embargo también se refirieron a la falta de accesos para las personas con capacidades diferentes, el bullying, las drogas y los edificios en altura que tapan la vista de los porteños.
Bryan Bello, alumno de la Teletón que hace dos años forma parte del concejo infantil, señaló que falta crear conciencia. “Más allá de la educación tenemos que entregarle un mensaje al pueblo, que son los que tienen que tomar conciencia de lo que realmente pasa en Valparaíso sino no vamos a avanzar. Y tiene que ser más inclusivo con las personas con discapacidad”. En esa misma línea, Esperanza Gamboa de la escuela Cirujano Videla dijo que “la gente en la calle anda asustada pensando que la pueden asaltar y en la basura la gente no toma conciencia de que se pueden enfermar, la basura es tóxica y genera malos olores”.
Respecto a estas dos grandes problemáticas, Lucas Guerra de la escuela Diego Portales señaló que faltan comisarías y que la gente se comprometa con la limpieza. Melanie Soto del Colegio República de Argentina coincidió en que la basura es por culpa de la gente y no de la ciudad y que la delincuencia es preocupante porque “hay personas que roban porque no tienen las condiciones para vivir y además faltan Carabineros en las calles”.
Por otro lado, Valentina Yañez del colegio Carlos Cousiño y Tamara Rojas del colegio República del Uruguay hicieron hincapié en la necesidad de realizar talleres para combatir el bullying. “Esto hace daño y debe hablarse con los padres y niños porque existe en las escuelas y también en los barrios”, precisaron.
Destacando la importancia de la opinión de los niños y jóvenes, el alcalde Sharp sostuvo que “una de las cosas que se han venido suscitando en Chile es a mi juicio un profundo cambio cultural, hoy la discusión de los grandes temas de la ciudad o del país no está solamente concentrada en los adultos y en los políticos tradicionales, sino que también llega a los niños y niñas que cotidianamente deben enfrentar y vivir desigualdades e injusticias que tiene nuestra sociedad. En consecuencia, el ejercicio que hicimos en el Concejo Infantil que se realiza hace varios años, permitió generar un espacio para que todas esas visiones y sueños puedan canalizarse en pos de un cambio. Los niños hablan de que Valparaíso tiene un problema con la seguridad, drogas, medioambiente, salud y educación y son los mismos problemas que identificamos nosotros. Por eso, cuando decimos que hay que impulsar un gran pacto ciudadano para sacar juntos adelante a la ciudad los incluimos también a ellos que son el futuro”.
CONCEJO INFANTIL
Desde hace 9 años que la Oficina Comunal de la Infancia del municipio porteño conformó el Concejo Infantil. Este año son 15 niños, niñas y jóvenes de entre 7 y 19 años los que trabajan constantemente durante el año al interior de sus establecimientos educacionales.
Lo anterior se realiza en el marco de los derechos de los niños y surge con el objetivo de conocer la forma en que los más pequeños ven la ciudad y sus principales problemáticas.